27.4.13

¿Y la perspectiva de género?*


24 de abril de 2013

¿Y la perspectiva de género?

MARIANA IRIARTE
En el 2012, Alejandro García Padilla presentó lo que sería su plataforma de gobierno de ganar las elecciones. El primer punto que tocó fue el asunto de la seguridad y, dentro de éste, dedicó un subtema a la violencia doméstica. Así, se comprometió con los niños y las niñas del País a restablecer la perspectiva de género en el currículo escolar, algo que Fortuño derogó ni bien llegó al poder.

El gobernador reconoció en la Acción 9 que “difícilmente se podrá erradicar la violencia contra las mujeres si a través de la educación no se promocionan valores como la equidad y la igualdad. Nuestro compromiso está con la promoción de políticas educativas que promuevan esos valores y que le ofrezcan a nuestros niños y a nuestras niñas una educación libre de estereotipos y sexismos”. Sin embargo, al día de hoy, no ha habido expresiones del gobernador ni del designado secretario de Educación sobre este asunto.

Preocupa que, para poner la perspectiva de género en marcha en el currículo escolar, no hace falta más que voluntad política. Digo esto porque el Departamento de Educación cuenta con la Carta Circular 3-2008-2009 que incorpora la perspectiva de género en la educación pública puertorriqueña. Y es que la educación con perspectiva de género no es otra cosa que enseñarle a niños y niñas que la diferencia entre los roles que se les asignan por razón de su sexo biológico obedece a construcciones sociales que nada tienen que ver con sus capacidades y aptitudes. En este sentido, educar con perspectiva de género implica educar para la igualdad y la equidad, liberando a la niñez y a la juventud de estereotipos y sexismos que no contribuyen a la consecución de la sociedad equitativa, democrática y justa a la cual aspiramos quienes vivimos en esta Isla.

Mientras no promocionemos entre niños y niñas la libertad de pensamiento y conciencia y les liberemos de un modelo de socialización que privilegia a los hombres y al orden patriarcal sobre las mujeres, no podremos conseguir erradicar la epidemia de violencia machista que nos arropa. Estos estudiantes tienen derecho a recibir una educación que potencialice sus capacidades, no que les limite, divida e imponga jerarquías.

Por eso, al gobernador no le servirá de mucho atemperar la Ley 54 al lenguaje contenido en VAWA –cosa que está muy bien, pero que no agota el asunto de la violencia machista– si no ejecuta la Acción 9 de su plataforma de Gobierno. No se le está pidiendo nada diferente a lo que prometió durante su campaña eleccionaria. Ya ganó las elecciones por un estrecho margen de 0.6%: ahora tiene que cumplir. Los niños y las niñas de Puerto Rico se merecen un mejor porvenir.

*Publicado en El Nuevo Día, 24 de abril de 2013, acá

21.4.13

Golpes como del odio de Dios*



Lo dicho por el Tribunal no es neutral, aunque tiene pretensión de parecerlo, sino que tiene una fuerte carga simbólica que refuerza modelos violentos de convivencia donde el Otro se concibe como una realidad monstruosa y por tanto no susceptible de derechos. / Ilustración: Francisco de Goya
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Perfil de Autor
Publicado: lunes, 15 de abril de 2013
SONIA SOTOMAYOR:
Outside of the of the marriage context, can you think of any other rational basis, reason, for a State using sexual orientation as a factor in denying homosexuals benefits or imposing burdens on them? Is there any other rational decision-making that the Government could make? Denying them a job, not granting them benefits of some sort, any other decision?
MR. COOPER: Your Honor, I cannot. I do not have anything to offer you in that regard.

-Vista Oral en Hollingsworth v. Perry
(Proposición 8 de California)


Decía César Vallejo en Los Heraldos Negros “Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé! Golpes como del odio de Dios”.  Vallejo tenía razón y el Tribunal Supremo nuevamente ha dicho que no.  En una escueta Resolución de tres páginas, se negó a reconsiderar su decisión en  AAR Ex Parte.  Además, se rehusó a atender varias peticiones de comparecencia como Amig@s de la Corte.  En cuanto a la moción informativa  presentada por la Procuradora General, el Tribunal se declaró sin jurisdicción al considerarla como una moción de reconsideración presentada tardíamente.  La negativa de reconsiderar del Tribunal no es sorpresa y ya he comentado los fundamentos de esa decisión en otros artículos.  Sin embargo, conviene atender varias expresiones de los Jueces y las Juezas. Veamos.

El juez asociado Martínez Torres expresó, en relación con la comparecencia de la Procuradora, que “[e]n vez de gastar tinta y tiempo en tratar de convencernos de que la Constitución  dice lo que no dice, sería prudente y más  provechoso para su nueva postura que el Estado dirigiera sus esfuerzos a enmendar la ley”.  Es lamentable que estas expresiones provengan de nuestro más alto foro judicial y no se valore el trabajo y compromiso de la Procuradora General o de cualquier otro abogado o abogada que comparece ante ese Tribunal.  El Juez Martínez Torres nos deja claro que su lectura de la Constitución es la única aceptable además de ser inequívoca.  Ante eso, las expresiones de la Procuradora son un derrame vano de tinta y una pérdida de tiempo.

No es la primera vez que el Juez Asociado utiliza ese tono para descalificar el trabajo de otros y de otras, incluso de sus compañeros jueces y sus compañeras juezas.  No han sido pocas las ocasiones donde se ha recurrido a la ridiculización para desmerecer los argumentos de la disidencia.  Basta con recordar cuando, en el contexto de un caso de violencia doméstica, expresó que a la Juez Asociada Rodríguez Rodríguez sólo le faltó citar las frases de Mafalda en El Pueblo de Puerto Rico v. Eligio Pérez Feliciano, 2011 TSPR 199.  Desde una perspectiva política presenta un desafío para la democracia que el último foro judicial exprese que una parte ha gastado tinta y tiempo en una comparecencia.  Debemos considerar que la mayoría de los recursos que el Tribunal expide siempre plantean cuestiones noveles de derecho que admiten múltiples abordajes y resultados.  Es justamente por ello que se les pide a las partes que presenten su posición.  De otra manera, bastaría con que se sometiera ante el Tribunal la controversia a resolverse y éste se expresara sin escuchar a las partes. Coincido plenamente con la Jueza Asociada, Liana Fiol Matta, cuando dice que “irrespectivamente de las posturas de cada cual sobre una controversia, no se deben tratar de forma despectiva las ideas que presentan las partes para fundamentar sus solicitudes y el trabajo que realizan los funcionarios públicos”.

Por otro lado, el Juez Asociado Kolthoff Caraballo expresa en su voto que hay verdades absolutas que el Derecho no puede obviar.  De esta manera, plantea que el sexo con que se nace es una verdad absoluta.  Mediante el análisis binario y dicotómico al que nos tiene acostumbradas, sugiere que en el Derecho se cristalizan esas verdades absolutas y nos refiere a un orden “natural” negando toda posibilidad de cultura.  Preocupan las expresiones del Juez porque parece olvidar que el Derecho es un producto cultural que responde a las necesidades y normas sociales de un determinado momento.  En este sentido cabe preguntarse si el Juez niega implícitamente al Derecho como el conjunto de normas producidas socialmente para basar sus decisiones en algún supraderecho fundamentado en un orden natural.  Estas categorías absolutas y homogenizantes pretenden explicarlo todo desde un único punto de vista, negándose a complejizar y abordar de manera crítica las controversias a resolverse.  Eso, sin duda, niega al Otro, a quien se concibe como un monstruo que amenaza el orden natural de las cosas y por lo cual corresponde desplazarlo, marginarlo y excluirlo como sujeto de derechos.
Sin embargo, si usted pensaba que esto quedaba ahí le recuerdo que la cosa siempre puede ponerse peor.  El Juez Asociado Rivera García se pregunta “Cuándo perdimos el norte de que la institución de la adopción gira en torno al bienestar del menor?”.  La verdad es que yo me pregunto lo mismo.  El Juez ocupa varias páginas para expresarse sobre la moción de reconsideración y a utilizar este vehículo procesal para descartar y minimizar la comparecencia de la Procuradora.  De igual manera, cita literatura cuestionada científicamente para señalar que el mejor bienestar de un menor se encuentra en una familia heteroparental cuando sabemos, según las Opiniones Disidentes y aun las de conformidad, que el expediente en este caso revela el perfecto estado físico y emocional de la menor.  Imponer un tipo de familia desde el banquillo judicial lacera no sólo los derechos de cientos de niños sino también su dignidad.  En atención a eso son importantísimas las palabras del Juez Kennedy cuando expresó “There are some 40,000 children in California, according to the Red Brief, that live with same-sex parents, and they want their parents to have full recognition and full status. The voice of those children is important in this case, don’t you think?”  Dado que el Juez Rivera García dice importarle el bienestar de los y las menores yo le pregunto, ¿los niños y las niñas que tienen una familia homo o lesboparental no cuentan?

El Juez Presidente y la Juez Rodríguez emitieron votos particulares disidentes donde expresaron su pesar frente al errado curso de acción seguido por cinco jueces del Tribunal.  A ambos parece preocuparles cómo la mayoría intenta desviar la atención del expediente judicial que sustenta que el mejor interés de la niña está con las madres que decidieron darle vida para enfocarse en sortilegios procesales.  De plano el Tribunal se rehusó a atender los planteamientos de derecho esbozados tanto en la reconsideración como en la moción informativa presentada por la Procuradora.  Coincido con la Juez Rodríguez cuando dice que “la mayoría del Foro enfocó su atención en argumentos jurídicos y morales que abstrajeron la subjetividad y humanismo de las personas a quienes iba dirigida nuestra decisión”.  No hay duda de que esto fue así como tampoco debe haber duda sobre las racionales que subyacen a las Opiniones, que responden a una visión particular sobre lo que es o debe ser una familia.  Por otro lado, ante el dedo acusador que se erige para señalar que la Procuradora no está cumpliendo con su deber de defender la constitucionalidad de las leyes, coincido con los disidentes en que la función de la Procuradora General es defender la Constitución de Puerto Rico.  Ante un Artículo que a todas luces es inconstitucional, la Procuradora tiene el deber ministerial de pedir que se declare inválido.

Finalmente, llama la atención que el Juez Asociado Estrella Martínez no emitiese expresiones sobre la solicitud de reconsideración.  Puedo entender al Juez dado a que expresó todos sus argumentos en la Opinión Disidente que emitió originalmente.  Sin embargo, suele suceder que el río más profundo es el que menos ruido hace y pensando en los años que le restan en el Tribunal me arriesgo a pensar que el silencio de hoy será una enérgica voz en defensa de los derechos que se vean afectados mañana.

Está claro que la mayoría del Tribunal intenta dominar el campo jurídico.  Saben que son operadores de Derecho con capacidad simbólica para decir qué es Derecho y qué no.  En este sentido, las decisiones del Tribunal moldean la opinión pública binómicamente; construyen y colaboran a la formación de dicotomías que niegan la complejidad del pensamiento crítico y la apertura a otras formas de relacionarnos socialmente.  Es decir, niegan la posibilidad de construir relaciones sociales basadas en la equidad, el respeto a la diversidad y a la dignidad humana, y la solidaridad entre otras.  Lo dicho por el Tribunal no es neutral, aunque tiene pretensión de parecerlo, sino que tiene una fuerte carga simbólica que refuerza modelos violentos de convivencia donde el Otro se concibe como una realidad monstruosa y por tanto no susceptible de derechos.  Sin embargo, y muy a pesar de la mayoría, JMAV tiene dos mamás y el Tribunal –aun cuando el Estado no se opuso- se negó nuevamente a reconocer a una de ellas.  Los libros de Historia les recordarán y sé que más tarde que temprano mi hijo y JMAV vivirán en un mejor País.
 

La autora es abogada.
*Especial para En Rojo, Claridad acá