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3.11.12

La culpa es huérfana o Edwin Mundo v. C.E.E., CT-2012-20


Hoy El Nuevo Día publicó una noticia, acá, que pasó por desapercibida y se perdió entre cierres de campaña y caídas de exgobernadores. En ésta nos anunciaba que una mayoría del Tribunal Supremo ordenó que se imprimiesen las listas de electores inactivos y se entregasen a todos los colegios electorales. Así, mediante una Opinión certificada este mismo sábado, nuestro más Alto Foro puso en entredicho el sistema electoral cuando expresó que “en esta ocasión la confianza, transparencia y pulcritud del sistema electoral de Puerto Rico está bajo ataque a tan sólo tres días de que nuestro Pueblo exprese su voluntad en las urnas”. Edwin Mundo v. C.E.E. Y otros, CT-2012-020, Opinión Per Curiam. De esta manera, mediante expresión Per Curiam, dio paso al pedido del P.N.P., revocó una resolución de la Comisión Estatal de Elecciones y concedió que se le entregasen las listas de los electores que están inactivos por no haber votado en la elección del 2008. Es importante notar que, en esta oportunidad, ninguno de los jueces nombrados por el Partido Nuevo Progresista quiso hacerse cargo de la autoría de la Opinión del Tribunal. Una opinión Per Curiam no es otra cosa que una ponencia del Tribunal y no de un juez o jueza particular. Es claro, que el peso de lo que conlleva esta Opinión nadie lo quiere cargar. Ya lo dice el refrán, la culpa es huérfana.

Foto tomada de la página de la Rama Judicial

La nueva mayoría del Tribunal equiparó la categoría de elector inactivo a la categoría de elector excluido y enmendó vía fíat judicial el Reglamento para las Elecciones Generales y el Escrutinio General de las Elecciones de 2012. A diferencia de lo que nos quieren hacer creer, el Art. 6.012 del Código Electoral para el Siglo XXI expresamente dispone que “[s]i un elector dejare de votar en una elección general su registro o expediente será inactivado en el Registro General de Electores. La Comisión podrá excluir del mencionado registro a aquellos electores que por causales dispuestas en esta Ley o reglamento así se establezca. Una exclusión no implicará la eliminación de los datos del elector del Registro General de Electores”.

El Supremo afirma que es una causal de exclusión la inactivación del elector por éste no haber votado en las últimas elecciones. Sin embargo, esa causal no está contenida en el Código Electoral como nos quieren hacer creer. El Código Electoral lista las causales de exclusión en el Art. 6.017 y expresamente dispone que “[p]ara que se proceda a la exclusión de un elector que aparezca en el Registro General de Electores deberá presentarse ante la comisión local concernida una solicitud de recusación y/o exclusión de dicho elector por uno o más de los siguientes fundamentos: (1) que el elector no es ciudadano de Puerto Rico o de los Estados Unidos de América; (2) que el elector no está domiciliado en la dirección señalada en su solicitud a la fecha de inscripción o en el momento de la recusación; (3) que el elector no ha cumplido dieciocho (18) años y no habrá de cumplirlos en o antes del día de las siguientes Elecciones Generales; (4) que el elector no es la persona que alega ser en su solicitud de inscripción; (5) que el elector haya fallecido; (6) que el elector ha sido declarado mentalmente incapaz por un Tribunal; y (7) que el elector aparece inscrito más de una vez en el Registro General de Electores”. Debe quedar meridianamente claro que el Art. 6.012, a diferencia de lo que el Supremo dice que dice, no establece una exclusión por inactivación.

De igual manera, el Tribunal en un claro acto de activismo judicial, enmendó el Reglamento Electoral para las Elecciones Generales. Así, sustituyó una interpretación razonable emitida por el foro administrativo a la luz de la sus leyes y reglamentos por una dúctil y hecha a medida que adelanta el pedido del Comisionado Electoral del Partido Nuevo Progresista.  Esto tiene la consecuencia de privarle el derecho al voto a aquellos y a aquellas que no se encuentren en la lista y que antes podían votar mediante el voto añadido a mano.

En este sentido, es fundamental, prestar atención a la Opinión Disidente de la Juez Asociada Anabelle Rodríguez Rodríguez a la que se unieron el Juez Presidente y la Jueza Asociada Liana Fiol Matta. En esta se razona y fundamenta una interpretación del Código Electoral y el Reglamento para las Elecciones Generales razonable y coherente donde se denuncia el macramé jurídico de una mayoría que no duda de valerse de cualquier herramienta para interpretar de forma acomodaticia y circunstancial el texto de la ley al resultado que buscan llegar.

Hoy nuestra democracia es aún más chiquita. Hoy el Tribunal Supremo achica el derecho al voto de vaya a saber cuántos ciudadanos y ciudadanas que se verán afectados y afectadas al encontrarse con un funcionario de colegio que no le permita votar de la manera diseñada reglamentariamente para aquellos electores que, por error, aparecen desactivados. Igualmente, vaya a saber cuántos incidentes puedan suscitarse en los colegios electorales cuando se intente impedir votar a alguien que quiere hacerlo.

El derecho al voto era uno de los pocos derechos democráticos que no se había visto afectado, aunque Suárez Cáceres nos había dado pistas de lo que podría pasar. No podemos olvidar que esta administración -y su brazo judicial-, abiertamente, se ha encargado de reducir los derechos vinculados al ejercicio democrático y a la participación de la ciudadanía en los procesos que les afectan y competen. En esta ocasión, Edwin Mundo v. C.E.E. se suma a Fundación Surfrider, a UPR v. Laborde, a Asociación de Fotoperiodistas v. Rivera Schatz, a Suárez Cáceres v. C.E.E., a Justo Lozada v. A.E.E., a Domínguez Castro v. E.L.A., a Pantoja Oquendo v. Municipio de San Juan, entre muchas otras. Es por eso que el martes, antes de votar, piensa bien qué camino queremos transitar y qué País queremos construir y cuando estés frente a esa papeleta a Fortuño y a su claque diles que no.


20.2.11

La paralización: ¿Única forma de resistir?


El 7 de junio de 2010, a 46 días de comenzada la huelga estudiantil que duró 62, este blog publicaba una entrada titulada “Defendamos el Proyecto Universitario”.  En esa entrada abogábamos por la reapertura de la Universidad dado que leíamos el cierre como la estrategia –aunque disimulada- de la Administración y el gobierno de Luis G. Fortuño.  Nos preocupaba y preguntábamos –principalmente- si el gobierno tenía un plan para la Universidad y el cierre de los recintos le facilitaba algún tipo de reforma.  Hoy contamos con el beneficio de saber que el gobernador nombró un comité asesor para una eminente reforma universitaria y con ese beneficio nos reafirmamos en lo dicho en “Defendamos el Proyecto Universitario” y además agregamos lo que sigue.  De igual manera queremos aclarar que tanto este blog como su autora reconocen el potencial de las huelgas y paralizaciones como herramienta para la reivindicación de derechos y transformación social, sólo que difiere en el uso de ésta en esta coyuntura.  

Hace algunos días que, de cara a la crisis universitaria, pululan en las redes sociales y revistas digitales llamados a retomar las aulas y los espacios universitarios.  Esos llamados han sido acogidos por un sinnúmero de docentes, estudiantes y trabajadores pero no es menos cierto que también se han generado intensos debates y han encontrado resistencia entre otros grupos de los mismos sectores.  Hoy, por ejemplo, la profesora Érika Fontánez Torres nos hace una invitación a través de su blog a leer con apertura.  La profesora Fontánez Torres recoge los principales artículos sobre el tema y nos exhorta a no dejar pasar la oportunidad de insertarnos en el debate y la discusión de aquello que como universitarios y universitarias nos aqueja. De este modo, y respecto a la propuesta de una Universidad abierta, no ha faltado quien argumente que retomar los salones de clases es un llamado al inmovilismo y a la inacción.  Que sería, al fin y al cabo, claudicar en la lucha por la Universidad pública y accesible  y que no es más que una postura cómoda de quienes no están dispuestos a luchar.
Foto Érika Fontánez Torres

A diferencia de quienes así piensan me he propuesto –y les propongo- pensar la Universidad como un espacio que trasciende la manera tradicional en que se adquiere conocimiento.  Con lo anterior quiero decir que –al menos para mí- la Universidad es mucho más que un lugar donde me siento a recibir información.  A diferencia de lo propuesto en UPR v. Laborde, mi relación con la Universidad no es una relación contractual.  Es por ello que cuando la interrupción de la labor universitaria deja de ser un medio y se convierte en un fin no sólo se interrumpe la lección que en ese momento se esté dando sino que también se interrumpe un proceso incapaz de reproducirse por sí mismo fuera de un salón de clases.  Respecto a eso Érika Fontánez Torres nos dice “si por algo se caracteriza la UPR (y por algo está en peligro) es precisamente porque lo que ocurre en esos salones de clase, en su mayoría, no es poca cosa. Algunos enfatizan que lo ocurre en esos salones de clase es precisamente un llamado constante e incondicional al cuestionamiento, al  desmontaje y la des-normalización del entorno y mundo en que vivimos. Entonces, ¿qué hacemos con eso? ¿Vale la pena intentar potenciarlo?”, en ese sentido está en nosotros y nosotras potenciarlo subversivamente: cuestionar el poder, deconstruir instituciones y –como señala Érika- des-normalizar el entorno y las relaciones de poder que lo construyen y configuran.

No hay duda que es la Universidad el lugar por antonomasia del pensamiento.  Esto no significa que no pueda haber pensamiento fuera de la Universidad pero si hay algo que no puede haber es Universidad sin pensamiento.  De esta manera, como universitarios y universitarias, recae sobre nuestros hombros la responsabilidad de mirar críticamente los procesos que en la Universidad se dan.  Nos compete a nosotros y nosotras ser nuestros mayores críticos y asumir con valentía la reorganización de nuestros métodos, la redefinición de estrategias y el agenciamiento de espacios de participación que contribuyan a construir una Universidad más plural, democrática e inclusiva.

Ahora bien, para construir una Universidad más plural, democrática e inclusiva es indispensable tener una Universidad.  Aún cuando simpatizo muchísimo con proyectos como “Universidad Sin Paredes” reconozco que sería imposible sacar del Recinto las dinámicas universitarias si no tuviéramos una Universidad como espacio de quehacer académico e intelectual. El aula es necesaria porque es ese espacio el lugar donde aprendemos a pensar, a leer críticamente, a comprender la Historia, a entender el Derecho.  De esta manera, los espacios universitarios, son mucho más ricos que el tema asignado para discutir un día equis.  Pensar que con la paralización sólo se interrumpe un proceso que podrá volverse a repetir eventualmente es reproducir la lógica de la huelga obrero-patronal.   Si nos fijamos bien ese mismo es el argumento del Tribunal Supremo cuando trata de ilegalizar la huelga mediante el uso del discurso jurídico.  La Universidad no meramente produce clases que los y las estudiantes consumimos sino que se caracteriza por la producción constante de pensamiento crítico, intercambio de ideas, cuestionamiento del mundo, en fin lo que Fontánez Torres denomina como la des-normalización.  En ese sentido, es la des-normalización lo que se interrumpe y le abre paso a espacios que si bien pueden ser participativos  pocas veces son inclusivos y menos veces amplios y diversos como puede ser un aula del curso “Problemas del Mundo Contemporáneo” o “Obligaciones y Contratos” o “Teorías y Metodologías Feministas”.  Me atrevería a afirmar que, más allá de la formación política que pudiera acarrear, fueron esos cursos algunos de los que viabilizaron las preguntas por la democracia, la equidad, la inclusión, la política, el poder, las instituciones, entre otros.

En este sentido, retomar las aulas poco tiene que ver con volver a la normalidad y la comodidad.  La cotidianidad hoy está dada por las paralizaciones periódicas de las clases.  Es normal que unos a otros nos preguntemos qué facultad será paralizada y si se podrá o no llegar al salón.  Es normal que alguien llame y pregunte si el portón de la Mariana Bracetti está bloqueado para entonces dar la vuelta por la Barbosa.  En esa normalidad, en la de las paralizaciones, perdemos el fruto de lo que ocurre en el salón, que distan mucho de lo normal.  Por eso, y visto desde una perspectiva ético-política, debemos preguntarnos cómo las paralizaciones de clases adelantan la construcción de la Universidad que queremos, cómo las interrupciones pueden afectar –o no- a los otros que conviven en el espacio universitario y que no necesariamente participan de los procesos de toma de decisiones, pero, ante todo, preguntarnos por lo que estamos dejando de ganar. 

Por otro lado, quienes argumentan que abogar por el regreso a las aulas es una posición cómoda pasan por alto que  si hay algo incómodo en estos momentos es el regreso al salón.  Recuperar y reconstruir la Universidad que queremos conlleva un proceso de resquebrajamiento interno para quienes componen la comunidad universitaria, hacerse cargo de lo común dentro de nuestra cotidianidad y reclamar nuestro espacio político en el adentro acarrea la resistencia de quienes han hecho el afuera su campo de lucha y de quienes desde adentro nos quieren sacar del ruedo político porque facilitaría la construcción de la Universidad que ellos y ellas quieren.  Los posicionamientos políticos deben entenderse y debatirse como lo que son, posicionamientos políticos y no desde el moralismo que señala que redefinir las estrategias de las paralizaciones de clases y huelgas es rendirse, arrodillarse, venderse, entre muchos otros epítetos.

Es por eso que, de cara a una Asamblea de Estudiantes, es imperioso que miremos al proceso actual honestamente.  Que reevaluemos nuestras estrategias, que reconozcamos que la cuota es sólo uno de los problemas que aquejan a la Universidad y qué, sobre todo, evaluemos cómo determinada estrategia contribuye a la consecución de mejores arreglos institucionales.  Arreglos que le permitan a la Universidad –y el proyecto social que ésta ha representado- seguir siendo el primer centro docente del país y que cuente con una amplia participación de aquellos y aquellas que componemos la Universidad. Que la normalidad no nos convierta en meros espectadores, combatámosla retomando  las aulas para hacer de ellas nuestra mayor trinchera.


15.12.10

Sin derecho a protestar, de policías y otros demonios.


Hay que dejar claro que la protesta es una prerrogativa que tienen los ciudadanos y las ciudadanas para exigirle al Estado que actúe ante alguna situación o cese alguna actuación que se considera injusta.  En ese sentido, la protesta es la condición de posibilidad de cualquier Estado que se quiera llamar democrático.  A diferencia de lo que nos han hecho pensar, la protesta es un derecho que trasciende el Derecho del Estado o Derecho positivo; en ese sentido existe independientemente de la consignación en una Constitución, una ley o un reglamento.  Aquel Estado que se disponga reglamentar la protesta de la manera que se hace hoy en Puerto Rico y a restringir la libertad de manera tal que se reduzcan al mínimo los espacios de acción política se asemejan más a un totalitarismo –sin decir que hoy por hoy Puerto Rico se gobierne de manera totalitaria- que a una democracia.  Es tarea de todos y de todas reclamar más derechos democráticos y no aceptar la restricción de los actuales.
Imagen de Internet 
La tarde del miércoles la Unidad de Operaciones Tácticas de la Policía de Puerto Rico persiguió a los y las estudiantes que se manifestaban en la Ave.  Muñoz Rivera por las calles riopedrenses.  El propósito era, según alegaron, mover a los y las manifestantes al área que de manera arbitraria la Policía, con la complicidad de la Administración Universitaria, designó para la expresión pública.

Está acción de la Policía se da en el marco de dos situaciones particulares.  La primera es  la decisión del Tribunal Supremo de Puerto Rico que establece que la Universidad es un foro semi público y por tanto la Administración Universitaria puede reglamentar el tiempo, el lugar y la manera de expresión. La segunda se trata de la Resolución de la Rectora que prohíbe por un lapso de treinta días todo tipo de acción concertada dentro del Recinto.  La misma Resolución establece que toda actividad de celebración masiva se deberá realizar en las áreas designadas por la Policía Estatal como áreas de expresión pública.

El planteamiento principal de la Policía parece ser que el hecho de que seamos estudiantes circunscribe nuestro espacio de protesta a los designados por ese cuerpo.  De igual manera pareciera sugerirse que la Policía tiene poder para arrestar a los y las estudiantes, y manifestantes en general, si violan la reglamentación policial y la resolución de la Rectoría.  También podría pensarse que la Reglamentación del espacio de expresión, la Resolución y la decisión del Tribunal Supremo están hilvanadas por el peor de los sastres que, de manera burda y ordinaria, deja ver la costura del traje.

Es necesario aclarar esto y no dejar que nos pasen gato por liebre.  En UPR v. Laborde la mayoría del Tribunal Supremo, por voz del juez asociado Rafael Martínez Torres, dispuso que la Universidad de Puerto Rico es un foro semi-público.  Es decir que de ahora en más la administración universitaria podrá reglamentar el tiempo, el lugar y la manera de las actividades de expresión teniendo que cumplir con lo siguiente: 1) No podrá reglamentar con miras a prohibir el contenido; 2) se necesita un interés importante o significativo  y 3) que no se impidan medios alternativos de expresión.  El Tribunal establece que un interés importante de la administración es asegurar la continuación ininterrumpida  de las labores académicas y administrativas, por lo cual las acciones concertadas de paralización no pasan el escrutinio y se considera razonable su prohibición.

Importante señalar, antes de continuar, que tanto los fundamentos jurídicos de la opinión como el análisis hecho por Martínez Torres para la adjudicación nos levantan muchos interrogantes y nos deja con un mal sabor.  Sin embargo, dicho análisis es materia de otra entrada.  Dicho eso me gustaría puntualizar varios asuntos sobre la reglamentación. 

Lo primero que hay que señalar es que la Ley Universitaria dispuso que es la Junta de Síndicos el organismo facultado para aprobar reglamentos, que esa facultad es indelegable y que debe cumplirse con lo establecido en la Ley de Procedimiento Administrativo Uniforme.  En este sentido, la Universidad de Puerto Rico no puede delegar su poder de reglamentación a la Policía de Puerto Rico y debe cumplir con los requisitos que establece la LPAU.

La Ley de Procedimiento Administrativo Uniforme dispone que el Procedimiento de Reglamentación deben observarse cuatro elementos fundamentales para que el reglamento sea válido.  El primero es la notificación, para ello la Universidad debe publicar un aviso de reglamentación es español e inglés en un periódico de circulación general y en Internet.  Dicho aviso debe contener una explicación del reglamento, la disposición de la ley que faculta a la Universidad para reglamentar la expresión de los y las estudiantes; la forma, el lugar y la manera en que se podrán someter comentarios escritos y los fundamentos por los cuales habría que celebrar una vista pública; el lugar donde se puede conseguir copia del reglamento propuesto y la dirección electrónica de la página donde se publicó el aviso.  En segundo lugar, se debe ofrecer una oportunidad de participación ciudadana, y se le concede a los interesados y a las interesadas, treinta (30) días para presentar comentarios escritos, también puede concederse una vista aunque ésta es discrecional.  En tercer lugar, la Universidad debe presentar el Reglamento en el Departamento de Estado.  El proceso culmina con la publicación de un resumen del mismo en dos periódicos de circulación general.  Estos requisitos aplican tanto a los nuevos reglamentos como a las enmiendas de los existentes.

A simple vista podemos observar que la Universidad de Puerto Rico, aún cuando está reglamentando y ha utilizado a la Policía estatal para poner en vigor dicha reglamentación, no ha observado ninguno de los requisitos establecidos por la LPAU.  Es innegable que esta reglamentación ilegal, inválida, arbitraria y caprichosa contraviene nociones básicas de Justicia toda vez que lacera irremediablemente los derechos de libre expresión garantizados constitucionalmente y se vale de la fuerza coercitiva del Estado para imponerlo a la comunidad universitaria.

Aún más, aunque se tratara de un reglamento válido ni la guardia universitaria, ni la Policía de Puerto Rico pueden arrestar a quien viole las disposiciones contenidas en éste.  Tanto el Tribunal Supremo Federal como el Estatal han dispuesto que las agencias administrativas, en este caso la Universidad de Puerto Rico, no tienen facultad para imponer como sanción o pena el encarcelamiento.  La autoridad para encarcelar por desacato la tiene el Poder Judicial.  De esta manera, debemos aclarar que la Policía de Puerto Rico no puede arrestar a nadie que violente un reglamento dado que el único poder capaz de determinar si una conducta se puede sancionar criminalmente es la Asamblea Legislativa y ésta nada ha dispuesto sobre este asunto.  

De igual manera nuestra Constitución establece que nadie será privado de su libertad sin que medie una orden judicial para ello.  El requisito de orden judicial puede sustituirse cuando el agente de la Policía tiene motivos fundados para arresto.  Esto no es otra cosa que de la información obtenida se concluya que lo más probable es que se ha cometido un delito.  En este sentido la tipificación de la conducta es un requerimiento esencial para que el agente del orden público pueda arrestar.  Los delitos que se utilizan para criminalizar la protesta son los delitos contra la seguridad y el orden público, a saber: alteración a la paz, motín, conspiración y resistencia u obstrucción a la autoridad pública. Es importante que sepa que la violación de un reglamento constituye una falta y no un delito.  Como se dijo anteriormente los funcionarios del orden público no están facultados para arrestar por la comisión de faltas.

Ahora bien, hemos dicho que en UPR v. Laborde el Tribunal Supremo sostuvo que la Universidad es un foro semi-público y dispuso los criterios aplicables para la reglamentación de la libertad de expresión. Sin embargo los incidentes de hoy no se dieron en el ámbito universitario, la persecución de los y las estudiantes se llevó a cabo por las calles de Río Piedras.  En este sentido, el Tribunal Supremo ha dicho que las calles, parques y aceras son foros públicos tradicionales y para reglamentar el contenido de la expresión que se está haciendo se debe superar el análisis de escrutinio estricto.  No cabe duda que la activación de la fuerza de choque, la unidad SWAT, las decenas de oficiales de la policía, la división motorizada, entre otras, estaba dirigida a regular el contenido de la protesta de los y las estudiantes y es una restricción indebida a la libertad de expresión. ¿Cuál era el interés apremiante del Estado? dispersar la protestas? ¿Era la Unidad de Operaciones Tácticas la actuación necesaria para alcanzar dicho interés?  Insistimos, el Estado estaba dirigido a afectar un derecho fundamental sin razón alguna y por lo tanto sus actuaciones son más que una burda muestra de lo que puede hacer la violencia institucionalizada.

No hay duda que la concentración de poder del partido en el gobierno es tal que se entienden facultados para llevar a cabo cualquier acción.  Dominan el ejecutivo, el legislativo y el judicial.  Las leyes son por encargo y llegar al tribunal es un acto más bien simbólico.  La legitimidad de las instituciones está por el piso porque no surgen del consenso sino de la violencia de la imposición.  En tal sentido la ciudadanía en general se siente desprotegida y vulnerable.  Los espacios democráticos en lugar de multiplicarse se reducen, en vez de ensancharse se constriñen.  El control gubernamental es cada vez mayor y los ámbitos de la libertad cada vez más pequeños.  Ante esto debemos estar vigilantes, ocupar los espacios públicos, salir a la calles, debatir, manifestarse, protestar, en fin no permitir que la paz de los sepulcros se vuelva la nueva normalidad y el miedo una nueva forma de vida. 

17.11.10

Poder sin legitimidad de Efrén Rivera Ramos*


17 Noviembre 2010

Poder sin legitimidad

Más de cincuenta profesores de Derecho del País han expresado públicamente sus reservas o su rechazo a la decisión de una mayoría del Tribunal Supremo de Puerto Rico de solicitar un aumento en el número de jueces de esa institución.
Más de cincuenta profesores de Derecho del País han expresado públicamente sus reservas o su rechazo a la decisión de una mayoría del Tribunal Supremo de Puerto Rico de solicitar un aumento en el número de jueces de esa institución.

El dato es importante. No debe pasarse por alto.

Se trata de personas dedicadas al análisis constante de las decisiones de ese alto foro y al estudio de su comportamiento. 

Le siguen sistemáticamente el rastro al desarrollo del derecho puertorriqueño en sus diversas dimensiones. Formulan juicios informados de la labor judicial y tratan de explicarles a sus estudiantes y al resto de la comunidad jurídica la pertinencia de las actuaciones judiciales para el desenvolvimiento de la sociedad. 

Han hablado, pues, con conocimiento de causa.

El grupo se ha unido al coro de voces del resto de la profesión jurídica y de otros sectores del pueblo que han criticado el proceder en este asunto de una parte del Tribunal Supremo, así como el modo en que se ha tramitado la cuestión en la Asamblea Legislativa. Ambos, la mayoría judicial y la Legislatura, han optado por cambiar la composición del Tribunal sin discusión. Sin la deliberación propia de un sistema democrático. 

El Gobernador ha avalado esa actuación con su firma.

Todo ello apunta a una consecuencia. Si bien el partido de gobierno se ha movido con celeridad y contundencia a controlar el máximo organismo del Poder Judicial, corre el riesgo de lograrlo a cambio de la pérdida de legitimidad del Tribunal.

Desde el punto de vista normativo, la legitimidad se deriva de los principios morales, filosóficos, políticos y jurídicos que fundamentan una determinada autoridad, institución, norma o decisión gubernamental. 

Desde el punto de vista sociológico, el concepto alude a la aceptación que pueda generar esa autoridad, institución, norma o decisión en el seno de la comunidad de sus destinatarios.

En uno y otro sentido, la decisión reciente del Gobernador, la Legislatura y la mayoría del Tribunal ha puesto en entredicho la legitimidad del Tribunal Supremo. Los fundamentos ofrecidos en apoyo de la solicitud son endebles. No aguantan agua. Suenan a racionalización, más que a justificación genuina. Por otro lado, su aceptación en la comunidad jurídica y en amplios sectores de la población es, cuando menos, precaria.

El Tribunal Supremo depende para su legitimidad de la fuerza de sus argumentos, del respeto que susciten sus decisiones, de la acogida que logre, en su conjunto, tanto en la comunidad jurídica como entre la población general. Si ese respeto se desvanece, sufre su legitimidad. Ese respeto, sin embargo, no puede simplemente exigirse, sin más. Se lo tienen que ganar los miembros del alto foro con su proceder. 

La pregunta que tienen que hacerse quienes gobiernan es de qué vale el control sin legitimidad. Podrá dejar beneficios inmediatos, pero pronto comenzará a perder terreno político y moral.

Cuando lo que importa es el poder por el poder mismo, eventualmente se tendrá que recurrir a la coacción para conservarlo. Y la coacción cruda a la larga genera mayor erosión de la legitimidad. Ello conduce inevitablemente a una gran soledad. La soledad del poder a secas.

* Columna publicada hoy en El Nuevo Día, para ver el original pulsa el título. 

5.11.10

Movimiento Amplio de Mujeres de Puerto Rico comienza su jornada de conmemoración del Día de No Más Violencia Hacia las Mujeres frente a la OPM


San Juan, Puerto Rico, viernes, 5 de noviembre de 2010-  El Movimiento Amplio de Mujeres (MAMPR) inició hoy su jornada de actividades y manifestaciones en conmemoración del Día Internacional de No Más Violencia Hacia las Mujeres con una conferencia de prensa frente a la Oficina de la Procuradora de las Mujeres (OPM).

“Elegimos este espacio por varias razones importantes.  En primer lugar, para denunciar la incapacidad de la Procuradora de las Mujeres para cumplir con los objetivos y obligaciones legales que le impone la Ley 20 del 2001 que creó la oficina.  En segundo lugar, estamos aquí para decir al país que la incompetencia y falta de compromiso de la Procuradora y del gobierno de Puerto Rico no detendrá a las mujeres, organizaciones y comunidades que sí están comprometidas con los derechos humanos de todas las mujeres de la Isla y la aspiración a lograr una sociedad de paz, respeto y equidad”, expresaron las portavoces del MAMPR.

Las representantes del MAMPR- quienes portaban una pancarta con el mismo diseño del mural que han pintado en varios puntos de la Isla en los pasados meses- explicaron a los medios que la OPM se convirtió en un botín político al servicio de una agenda gubernamental fuertemente influida por sectores fundamentalistas religiosos.  

“Mientras en organismos internacionales de derechos humanos se reconoce la perspectiva de género como un elemento importante para analizar la situación de las mujeres y ponderar las acciones gubernamentales, en nuestra Isla el gobierno se negó a utilizar la misma como una herramienta de prevención de violencia de género.  La Procuradora ha sido cómplice de esa negativa con su silencio”, indicaron las portavoces.

Según el grupo, la negativa de la Procuradora a aceptar que existe violencia machista es otro ejemplo de su falta de conocimientos.  “Si es malo que ni siquiera sepa lo que significa feminismo, peor aún es que se niegue a reconocer que la violencia que está matando y haciendo sufrir a nuestras mujeres es violencia machista”, expresaron mientras las manifestantes portaban pequeños rótulos que incluían definiciones de machismo, feminismo, misoginia, fundamentalismo y violencia machista.

“No podemos mantenernos en silencio y permitir que el gobierno y la Procuradora le mientan a los medios y traten de engañar al país con campañas y expresiones públicas que prácticamente responsabilizan a las mujeres de la violencia que reciben.  Salir de una relación abusiva no depende exclusivamente de la voluntad de la mujer.  Depende además del apoyo social, comunitario y gubernamental que reciba para salir del ciclo y sentirse segura”, añadieron.

Durante los pasados dos años el MAMPR ha realizado diversas campañas de educación y denuncia en torno al tema de la violencia de género, la promoción de los derechos humanos de las mujeres y la importancia de aplicar de manera transversal la perspectiva de género al tomar decisiones que afectan al país y a las mujeres como grupo.  Según explicaron las portavoces, el Día de No Más Violencia Hacia las Mujeres debe mirarse con amplitud para que el país comprenda que la violencia de género es mucho más que la llamada violencia doméstica.

“Las mujeres sufren de desigualdad y violencia en muchas facetas de sus vidas.  Las agresiones sexuales, el hostigamiento sexual en el empleo, el discrimen por razón de género, el prejuicio, la exclusión sistemática de nosotras como grupo en la toma de decisiones a nivel gubernamental y en otras estructuras de poder, no son sino una manifestación de violencia que se ejerce en contra de las mujeres meramente en virtud de su sexo.  Ciertamente hemos mejorado, hemos adelantado derechos, pero, ¿qué nos dicen las estadísticas?  Basta con mirar las estadísticas de violencia doméstica, las estadísticas de agresiones sexuales, de casos de discrimen y hostigamiento sexual, de pobreza… y corroboramos que aún hay mucho por hacer”, concluyeron las mujeres.

Algunas de las actividades que realizará el MAMPR incluyen manifestaciones sorpresa ante agencias públicas y una actividad de cierre del mes que se celebrará el martes, 30 de noviembre de 2010 a las 7:00PM en la sede del Colegio de Abogados de Puerto Rico en Miramar. Ese día tendrán un panel de expertas que analizará la situación de violencia de las mujeres en la Isla.  La entrada será libre.  Para detalles de actividades del MAMPR y otras entidades aliadas, se puede acceder al grupo Facebook del MAMPR o a su blog:www.movimientoampliodemujeres.blogspot.com.

23.10.10

Segunda Jornada Bloguera de: No Más Violencia Contra las Mujeres

Como parte de las actividades para denunciar la violencia machista contra las mujeres, feministas y blogueras convocan a la comunidad virtual a enviar y compartir expresiones sobre la relación entre los medios de comunicación y la violencia contra las mujeres para publicarse en blogs.

Pueden ser:
* columnas breves (no más de 600 palabras)
* fotos
* poesía
*cuentos cortos
* diseño gráfico
* otras formas de expresión.
Algunas preguntas que podemos contestar y trabajar son:
  • ¿Cómo los medios tradicionales en Puerto Rico cubren los temas de género?
  • ¿Cómo se cubre específicamente la violencia contra las mujeres? Entiendase la diferentes formas de violencia como la intrafamiliar, discursiva, laboral, institucional, económica, orientación, sexual, identidad de genero, entre otras.
  • ¿Qué ejemplos recordamos de buenas coberturas (rigurosas, con perspectiva de género, sensibles, que rompen con estereotipos)?
  • ¿Qué ejemplos recordamos de coberturas deficientes (estereotipadas, machistas, sensacionalistas, etc)?
  • ¿Cómo los medios tradicionales pueden integrar una perspectiva de género en sus coberturas?
  • ¿Qué pueden hacer las feministas para contribuir con una mejor cobertura mediática de la violencia machista en PR?
  • ¿Cómo es el lenguaje que utilizan los medios en su cobertura de la violencia contra las mujeres?
  • ¿Cómo están contribuyendo las blogueras feministas a esta conversación mediática?
  • ¿Cómo pueden contribuir la blogósfera y las redes sociales (Facebook, Twitter, YouTube, etc) a transformar la relación de los medios y la violencia contra las mujeres?
  • ¿Es posible provocar cambios desde la virtualidad?
  • Otras…
Puedes enviar cualquier expresión ya creada o por culminar. Estaremos recibiendo sus trabajos hasta las11:00 p.m. del Sábado 20 de noviembre de 2010. ENVIAR A:
nomasviolencia.mujeres.pr@gmail.com
El proyecto será parte de una iniciativa de la organización Global Voices para la redacción, publicación y compilación de expresiones sobre el tema de la violencia en contra de las mujeres en los blogs de Puerto Rico que, a su vez, resultarán enlazados a otros tantos blogs del mundo entero. Los Blogs serán escritos por feministas y blogueras. Abordarán diferentes aspectos en contra de la violencia hacia las mujeres. A su vez serán compilados en uno sólo. Para accesar algunos de los blogs pueden dirigirse a los siguientes enlaces:
Mujeres en PR:
http://mujeresenpr.blogspot.com/
Poder, cuerpo y género:
http://galindomalave.com

20.10.10

Protejamos tu MAI (y la libertad de expresión)*





Hace unos días, mientras repasaba las noticias matutinas entre FB –chisme del día– y los periódicos locales –escándalo político de turno– me topé con un “statement” muy curioso.  Un arte muy bien hecho que rezaba algo así como basta ya de vandalismo o algo parecido.  Lo primero que me llamó la atención es que hacían referencia a una expresión política –MAI o matrícula ajustada a los ingresos– lo segundo fue que quienes abogan por este tipo solapado de censura son los mismos y mismas que en múltiples ocasiones abogan por la libertad de expresión. Para aquellos y aquellas que tienen FB les dejo el arte aquí.[1] Sobre la censura les dejo por acá el excelente artículo de la profesora de Derecho Érika Fontánez Torres que se publicó recientemente en 80 grados.


La RAE define el “vandalismo” como  1. m. Devastación propia de los antiguos vándalos. 2. m. Espíritu de destrucción que no respeta cosa alguna, sagrada ni profana.  Dicen las malas lenguas que los vándalos saquearon a Roma en el año 455 y que durante el saqueo arremetieron contra todo lo que encontraron por allí. No está demás decir que Roma estaba en decadencia y que como a todo lechón le llegó su Navidad.  Lo cierto es que, ya en la modernidad, se comienza a utilizar el término “vandalismo” para señalar la destrucción de propiedad privada.  Como todo término tiene su historia, la cual es importante conocer, analizar y contextualizar.  Los Vándalos era  un pueblo “bárbaro” pero, como todo, habría que ver quién tenía el poder para nombrar.  No hay duda que los romanos ejercían el control y dominio absoluto de la región y que, como es costumbre, se arrogaban la potestad para decir quién pertenecía a la civilización y quién, en cambio, era un bárbaro.  Adelantando que no soy muy ducha en este tema, me atrevo a arriesgar que los romanos habían sometido históricamente a estos pequeños pueblos quienes, en un acto de resistencia y rebelión, arrasaron con Roma y la vandalizaron, obviamente.

Sin embargo, y más allá de la etimología de la palabra vandalismo, el graffiti se reconoce como un medio de expresión político y artístico.  Si bien su uso se remonta a la época de las cavernas, lo cierto es que su uso como reivindicación de los sectores oprimidos comienza en la década de los 70, aunque existe desacuerdo sobre quién inició el movimiento.  Lo importante es destacar que el graffiti ha sido utilizado como método de expresión de aquellos y aquellas que de ordinario no tienen acceso a los foros que podrían estar disponibles para otras clases sociales. No es raro entonces que su penalización por parte del Estado y su consiguiente definición como “acto vandálico” esté íntimamente ligada a la censura.  Es decir, el Estado se abroga la capacidad de censurar atribuyéndole más peso a la propiedad que a la libertad de expresión, lo que nos da una pista sobre quiénes pueden, consciente o inconscientemente, defender la prohibición del graffiti en espacios estatales y civiles.

De esta manera no es difícil adivinar que el graffiti como modalidad de la libertad de expresión se convirtió en objeto de muchas críticas y controversias.  La contraposición entre los intereses de quién busca expresarse y los intereses del dueño o dueña de la propiedad, sea un privado o el Estado, parecen guiar la discusión.
En este sentido, esta modalidad del arte y expresión política está, también, atravesada por el poder, sobre todo cuando de expresión espontánea se trata.  Esta última, generalmente surge en el contexto de manifestaciones y protestas políticas; se tratan de consignas que se expresan contra el Estado, la clase dominante y el poder económico.  Ordinariamente estas son expresiones no protegidas, muchas veces censuradas inmediatamente y estigmatizada bajo el epíteto de  vandalismo.

Es importante destacar que en el graffiti, como el arte en general, existe una división entre high art y low art, así hay expresiones graffiteras que son más protegible que otras.  Aquellas que parecen ser inofensivas como los murales en la Ponce de León y la Gándara, son protegidas y auspiciadas por el Estado, en este caso el municipio de San Juan, y las consignas políticas, como el mural del Movimiento Amplio de Mujeres de Puerto Rico, rápidamente se tapan, pues no están cobijadas bajo la protección de creación artística según afirman sus detractores.

Así, no se puede desligar el graffiti del elemento de clase que le ha dado origen.  No podemos pensar que las expresiones coloridas que hoy ocupan las paredes de nuestro espacio urbano surgieron en un vacío de significados como tampoco surgen en un vacío de significados la expresión “Yo quiero mi MAI” o “Que la crisis la paguen los ricos”.  Estos aparecieron como una expresión contestaria con significado político que pretende denunciar, expresar y reaccionar los artilugios del poder, en este caso la aplicación uniforme de la matrícula lo cual redunda en una gran injusticia. 

También hay que reconocer que, hoy por hoy, esas expresiones han sido, si se quiere, cooptadas por el poder, y así se han vuelto instrumento de expresión no sólo de sectores contestarios sino también de diferentes sectores que más que una expresión política quiere buscar espacios alternativos del arte.  Esto no quiere decir que el mensaje no sea político sino más bien que hay una política del mensaje.  Se busca, de esta manera, la democratización de los espacios artísticos que permitan un mayor acceso al arte y que lo saque del dominio de las galerías y museos.

Ambas modalidades deben estar protegidas, aquellas que surgen espontáneamente fruto de  manifestaciones, protestas y buscan plasmar un mensaje político como aquellas que buscan la democratización del arte a través de la ocupación de espacios urbanos antes vacíos.  Abogar por la censura de este tipo de expresión contribuye a la erosión de la democracia, reduce la participación en lo político y propicia que lo político sea acaparado por aquellos grupos e individuos que puede costear campañas publicitarias masivas.  De esta manera es importante conservar y defender los espacios de expresión espontáneos, defender el uso político que se hace de ellos y, sobre todo, no alinearse con el Estado en su discurso de criminalización de la protesta.


Nota Aclaratoria:  Se removió la imagen a pedido del compañero Gabriel Laborde.  La imagen leía como sigue: MAI y u no stop vandalizing?


[1] Sobre el arte debo decir que lo tomaron del siguiente blog http://fuckyeah-y-u-no-guy.tumblr.com/