28.5.10
¡Negociación ahora!
Buenas tardes a todos y a todas. A nombre de la Coordinadora Nacional de Recintos Universitarios (CoNaRU) quiero agradecer el apoyo y solidaridad que el pueblo de Puerto Rico ha demostrado durante estos 35 días de huelga. Lamentablemente esta marcha está vestida de luto. La intransigencia, la terquedad, el egoísmo y la continua mentira de la administración universitaria y el gobierno de Luis Fortuño le han cobrado la vida a la compañera estudiante Natalia Sánchez López; el martes 25 de mayo todos y todas morimos un poco en la Sala del Hospital Perea de Mayagüez.
Ante esta triste situación quiero recordarle a este gobierno las palabras que Natalia le dijo a su madre hablando de la Asamblea de Estudiantes que le valió la vida “Tengo que ir porque es donde van a estudiar mis hijos, tus nietos. Tengo que ir porque es mi Universidad”. El martes también los hijos de Luis Fortuño y Lucé Vela se graduaban de Escuela Superior; ellos, al igual que sus padres y a diferencia de Natalia, no van a ir a la Universidad de Puerto Rico, quizá ahí se encuentre la razón principal por la cual Fortuño, insensiblemente, señalara en el mensaje de presupuesto “estudiar en la Universidad de Puerto Rico es un privilegio, si no pregúntele a la decena de miles de jóvenes que no pueden estudiar en la Universidad del Estado”, al gobernador le quiero decir que estudiar en la Universidad de Puerto Rico es un derecho pero que si él y su déspota gobierno siguen atacando a la educación pública de nuestro país pronto se convertirá en un monopolio de los que más tienen. Señor gobernador, el movimiento estudiantil no lo va a permitir. Exigimos una educación excelente, pública y accesible para todos los puertorriqueños y todas las puertorriqueñas sin distinción. Estudiar es un derecho, gobernar un privilegio
El 6 de marzo de 2009, hace poco más de un año, la Asamblea Legislativa aprobó la Ley número 7 de Emergencia Fiscal y estableció un plan de estabilización fiscal. La infame ley 7 no sólo atentó y atenta contra la inviolabilidad de la dignidad dispuesta en nuestra Constitución privándole de trabajo a decena de miles de empleados sino también excluyó a la Universidad de Puerto Rico de los nuevos recaudos del Estado. Señor gobernador, le preguntamos, si el trabajo y la educación no dignifican ¿qué es entonces para usted la dignidad? ¿A qué dignidad se refiere la Constitución cuando establece que ésta es inviolable? ¿O será que para usted y su administración hay seres humanos más dignos que otros?
El presidente de la Universidad ayer en su discurso señaló que ¡Está bueno ya! La universidad es de todos. Es para estudiar. Para preparar profesionales! Los y las estudiantes estamos convencidos y convencidas que la Universidad es de todos y todos; es por eso que hoy estamos en los portones de cada uno de nuestros recintos. Este movimiento estudiantil ha entendido que es hora ya de dejar de lado los individualismos y empezar a pensar como país. Entendemos que es nuestra responsabilidad asegurar el acceso de todas y todas a las aulas de la UPR, acceso que este gobierno no tiene la voluntad ni la intención de proteger. Por eso, como decía Natalia, el movimiento estudiantil está protegiendo el derecho de tus hijos e hijas, más de 60.000 estudiantes, a la educación universitaria, incluso de aquellos que hoy se oponen a esta huelga. Pueblo de Puerto Rico, no te dejes engañar, la radicalidad de los y las estudiantes es querer una Universidad más justa, accesible y democrática para construir un mejor país, un país en donde tú tengas la certeza que tus hijos e hijas podrán acceder a una educación universitaria de excelencia. Esa es nuestra radicalidad.
La administración universitaria ha querido que piensen que este movimiento estudiantil está controlado por unos pocos. Queremos decirles a la administración y al pueblo en general que este movimiento es un movimiento de todos y de todas, movimiento que ha trascendido las ideologías políticas para, como bien dijo la profesora Anayra Santori Jorge, parir un país; un país que la administración está empecinada en matar descuartizando sus principales instituciones.
Los y las estudiantes le decimos a la administración universitaria: basta ya! Basta ya de egoísmo, basta ya de mentiras, basta ya de desinformación, basta ya de amenazas, decimos Basta ya! Exigimos que se respete el derecho a la educación universitaria de esta generación y las venideras. Como presentes y futuros trabajadores y trabajadoras exigimos que se nos garantice una vida digna a través del trabajo y la educación. Como miembros de una sociedad que se autoproclama democrática exigimos que se detenga el uso de la violencia física y simbólica, el compañero José Pérez, Osito, estuvo a un shock eléctrico de morir en manos de la Policía y Natalia Sánchez murió a causa de las pésimas condiciones en las cuales se llevó la Asamblea del Recinto de Mayagüez. ¿Cuántos hijos e hijas más tendrán que morir para que este gobierno se siente a negociar de buena fe, escuche a los estudiantes, atiendan sus reclamos y sobre todo aprenda a vivir democráticamente? ¡Adelante Siempre! ¡Que viva Puerto Rico! ¡Que vivan los y las estudiantes!
*Foto por Chabeli Iglesias
27.5.10
Canción por los estudiantes
26.5.10
Poder y Violencia
Cuando la crueldad se normaliza y el sadismo invade las instituciones de un país que se autoproclama democrático sabemos que estamos a un paso de caer en el abismo del poder desnudo. El uso de la violencia por la violencia misma es un ejercicio ilegítimo del poder que no sólo atenta contra la vida de quienes son su objeto sino también contra la libertad de los ciudadanos y ciudadanas del cuerpo político que la ejerce.
La estética de la violencia que se desarrolló durante el último mes ha sido variada. Desde el manifestante inmovilizado que recibe una patada en los genitales por parte de Rosa Carrasquillo hasta el meneo de macanas, casi en la cara de los estudiantes, en los portones del principal centro docente del país. Lo anterior sin contar el uso de gases lacrimógenos, la amenaza de desalojo forzoso del campus riopedrense, la prohibición de suministrar agua y víveres a los huelguistas, entre muchos otras representaciones.
Sin duda, las acciones del Estado a través de sus diferentes aparatos represivos están dirigidas a inscribir en el imaginario puertorriqueño un mensaje particular: no participes, no protestes, no te atrevas a ser libre. Es importante reconocer que los límites, cada vez más estrictos, al ejercicio de nuestros derechos democráticos no sólo se dan cuando el Estado reprime violentamente sino, más bien, empiezan a aparecer cuando el poder del Estado deja de ser consensual y se convierte en mera dominación.
En este sentido, este ejercicio autoritario del poder lacera a los estudiantes de la UPR tanto como a los ciudadanos y ciudadanas que están lejos de ser huelguistas. Las decisiones irracionales, carentes de fundamentos -contrarias a todo proceso concienzudo y reflexivo- de quienes ocupan las distintas instancias de poder van en detrimento no sólo de la UPR sino también de un proyecto justo de país basado en la participación democrática de sus ciudadanos y ciudadanas.
Es por ello que el poder que quiera ser ejercido legítimamente debe tomar en cuenta la pluralidad de voces del cuerpo político que lo origina, estar atento a los reclamos del pueblo, fortalecer las instituciones que atienden a los menos privilegiados, atender las desigualdades estructurales, buscar consensos, desistir de utilizar el miedo como táctica para disuadir la participación y renunciar a la violencia como instrumento del Estado para acallar la disidencia.
Es tarea de esta administración establecer canales de diálogos entre los diferentes sectores de la sociedad basados en el entendimiento y la razón dejando de lado la violencia y la represión que hasta ahora la han caracterizado.
Teoría, Política y Dialéctica
25.5.10
Nuestra Lucha
El pasado 13 de abril los y las estudiantes del recinto de Río Piedras llevamos a cabo nuestra primera Asamblea General de Estudiantes del semestre. Preocupados y preocupadas por el déficit presupuestario de 120 millones de dólares que enfrenta la Universidad y las medidas autoritarias tomadas por la administración para atenderlo el estudiantado acordó realizar un paro de 48 horas en el recinto riopedrense a manera de ultimátum. Exigíamos que se derogara la certificación número 98 sobre la política de exención de matrícula que establecía que quienes recibían algún tipo de beca o ayuda económica no podían ser acreedores a exención de matrícula basada en mérito o talento; también exigíamos la apertura de los libros de la Universidad; cero privatización de los activos universitarios; como así también cero aumentos en la matrícula. En la asamblea de estudiantes se conformó un Comité Negociador que tendría como función gestionar los reclamos ante la administración universitaria. El paro pautado inició el 21 de abril a las 4:00 a.m., sin embargo tan temprano como a las 9:30 a.m. de ese mismo día la rectora del Recinto de Río Piedras, Dra. Ana Rosa Guadalupe, decretó un cierre indefinido de la institución y tan pronto como a las 12:00 del mediodía la Unidad de Operaciones Tácticas de la Policía de Puerto Rico se apostaba en los portones de la Universidad.
Así las cosas, y ante la negativa de los jerarcas universitarios de negociar, el estudiantado comenzó una huelga indefinida según decretado en la asamblea estudiantil. Entre medio se presentaron diferentes recursos en los tribunales tanto por parte de los estudiantes como de la administración donde ésta última buscaba, principalmente, el desalojo forzoso de los y las huelguistas. La administración no tuvo éxito en su emprendimiento y ante el intento fracasado de servirse de los aparatos del Estado para desarticular un movimiento estudiantil en pie de lucha y democrático no tuvieron opción y se sentaron a negociar. Nunca lo hicieron de buena fe.
En lugar de escuchar los reclamos estudiantiles y dialogar se sirvieron de trampas y subterfugios para engañar al comité negociador y desprestigiarlo frente al pueblo. No tuvieron éxito, aún cuando violaron privilegios de confidencialidad, presentaron como acuerdos documentos de trabajo que sólo contenían entendidos, ni los estudiantes ni el pueblo de Puerto Rico nos doblegamos ante la amenaza y la ofensiva de la administración. Aún cuando entendíamos que no había adelanto alguno en la negociación, el liderato estudiantil, convocó una asamblea general de estudiantes destinadas a presentar los documentos trabajados con la administración. La asamblea se llevó a cabo en el Centro de Convenciones de Puerto Rico financiado por la Universidad y dónde los máximos burócratas esperaban se levantara el voto de huelga indefinido. Sin embargo, los y las estudiantes una vez más entendimos que no había avance alguno en la negociación y ratificamos por evidente mayoría, casi unanimidad, el voto de huelga indefinido. Luego de la Asamblea marchamos hacia el Capitolio de Puerto Rico para exigir que los y las representantes del pueblo atendieran nuestros reclamos. Nadie nos recibió más que la Policía de Puerto Rico dispuesta, como de costumbre, a reprimir a quienes luchamos por nuestros derechos.
En el proceso esta huelga se transformó y se redefinió numerosas veces. Se creó un colectivo de prensa estudiantil, una emisora de radio, se hicieron jornadas de poesía, cine-foros, performance, música, entre muchas otras actividades acorde al espíritu universitario. A las macanas y provocaciones de la policía los y las estudiantes respondimos con flores y canciones; a la intransigencia de la administración los y las estudiantes respondimos con pliegos de peticiones y posibles soluciones; ante la represión y autoritarismo del Estado los y las estudiantes respondimos con mayor combatividad basada en el respeto, el diálogo, la tolerancia pero sobre todo la democracia.
Si bien el Recinto de Río Piedras fue el primero en decretar la huelga indefinida pronto se le unieron los demás recintos universitarios. Actualmente diez de los once recintos que componen el sistema UPR están en huelga indefinida y se han agrupado en dos estructuras fundamentales sin perder su autonomía organizativa. Por un lado, el Comité Negociador Nacional (CNN) que está compuesto por cinco miembros del Recinto de Río Piedras y un miembro de cada uno de los diez recintos restantes y, por el otro, la Coordinadora Nacional de Recintos Universitarios (CoNaRU) que agrupa a delegados de todos los recintos bajo el lema “Once Recintos, Una UPR”. Desde ambas estructuras se está trabajando a nivel sistémico porque los y las estudiantes entendemos que ante el embate del gobierno abusivo y represor la unidad en la acción es la única alternativa.
Sin embargo la lucha de los y las estudiantes ha trascendido los límites de los portones de la Universidad de Puerto Rico, única institución pública de educación superior, y un pueblo solidario sumó a ésta. La creciente represión, la brutalidad policíaca, la violación de los más elementales derechos humanos, las políticas neofascistas impuestas por el gobierno neoliberal de Luis Fortuño y su claque millonaria, han contribuido a la indignación no sólo del pueblo puertorriqueño sino también de la Comunidad Internacional. Hoy, el mundo sabe que en Puerto Rico se están dando luchas que se dieron en otras partes del mundo a principio de siglo XX y que la razón principal para este estancamiento histórico no es otra que el colonialismo e imperialismo estadounidense.
De esta manera los y las estudiantes de la Universidad de Puerto Rico exigimos que se derogue la Certificación número 98 y se asegure el libre acceso de los hijos e hijas del pueblo trabajador a las aulas de la UPR; se detengan los aumentos en el costo de la matrícula y se garantice que la UPR se mantendrá como patrimonio del Pueblo de Puerto Rico eliminando cualquier posibilidad de privatización o alianza público privada; que se abran los libros de la Universidad, se asegure la participación de ésta en los nuevos recaudos establecidos por el Estado y se establezca un plan de reorganización fiscal destinada a reducir al máximo la burocracia administrativa; exigimos también transparencia y participación en la elaboración del presupuesto pero sobre todo exigimos lo que los hermanos latinoaméricanos consiguieron a principios de siglo XX: verdadera autonomía y co-gobierno, en fin, una verdadera reforma universitaria para así lograr una universidad del pueblo y para el pueblo. ¡Lo lograremos! ¡Que vivan los y las estudiantes!
23.5.10
Brutalidad policíaca
Ya salió la nueva edición de Desde la Trinchera en Onda Alterna, Radio Digital del MAS. En esta ocasión no pudimos obviar el asunto de la brutalidad policíaca. Es por ello que invitamos al compañero Roberto Barreto, productor de Nuevo Jacho TV a participar del programa junto a la compañera Nicole Díaz, del Movimiento al Socialismo (MAS). Ellos junto a compañeros en tres entrevistas separadas nos ayudarán a dilucidar el asunto de la violencia a manos de la policía. Pueden escuchar el programa acá.
Por el derecho a la educación, al trabajo y a la vida. Once recintos, una UPR
22.5.10
21.5.10
Protesta como ejercicio diario de libertad y compromiso
Permanecer indiferente a ciertos comentarios implicaría, en lo que a mí respecta, ser cómplice de la distorsión y la desinformación del pueblo de Puerto Rico. Muchos y muchas se preguntan hoy por el derecho a la protesta y la huelga como una modalidad de su ejercicio. Rápidamente sacan de cajón de los recuerdos algún caso añejo mediante el cual es Estado permite o no cierta actividad que puede considerarse dentro de lo que el Estado mismo supone como “libertad de expresión”.
Ahora bien, como hijos e hijas del liberalismo político, no me extraña que quienes se piensan dentro del Estado como su único marco de referencia político busquen en éste la pista legitimadora de una acción de protesta. En este sentido no puedo evitar preguntarme si en la medida que el Estado autoriza cierta actividad esta no pierde entonces su potencial subversivo y su capacidad de ejercer presión en las estructuras a las cuales está destinada. Es decir, ¿tenemos los ciudadanos y ciudadanas pedirle permiso al Estado para manifestarnos en contra de éste? No lo creo.
El derecho a la protesta, como pilar básico de todo orden democrático, existe y debe ser ejecutado sin mediatización alguna del Estado. En el caso particular de Puerto Rico y la huelga de los y las estudiantes ha sido el Estado el principal escollo en la consecución de los reclamos hechos por el movimiento estudiantil. En este sentido, la resistencia no puede ni debe ejercitarse desde los límites de un Estado al servicio de los grandes intereses sino más bien debe redefinirse desde la apropiación de nuevos espacios.
En los últimos días fuimos testigos como el poder desnudo del Estado se ejerció contra el pueblo de Puerto Rico. Desde la violencia física, acá, como la simbólica, la Policía de Puerto Rico se dedicó a violentar y lacerar un pueblo ávido de democracia y resistencia. En este sentido, el derecho a la protesta no puede ni debe estar circunscrito a la Constitución o las interpretaciones que de éste haga el Tribunal Supremo. Es momento que se entienda que el derecho a la protesta trasciende el campo del Derecho mismo porque su espacio es el propiamente político.
De esta manera, para quién se jacte de vivir en un orden democrático, es una contradicción en los términos preguntarse si tal o cual grupo tiene derecho a resistir. En el momento que un cuerpo político se plantee la posibilidad de contar con la anuencia del Estado para ejercer resistencia en ese momento habrá muerto la democracia.
En este sentido es hora ya que desterremos los mitos liberales que tan encarnados están en nuestras sociedades y empecemos a vivir políticamente. Reconocer que está en nuestras manos la capacidad de crear nuevos senderos más justos y democráticos donde la participación del pueblo no sea una prerrogativa del Estado sino un ejercicio diario de libertad y compromiso.
11.5.10
Mi decano
Columnas
MARIANA IRIARTE
ESTUDIANTE DE LA ESCUELA DE DERECHO DE LA UPR
Mi decano
10.5.10
9.5.10
Voces de la Huelga Indefinida
8.5.10
Los profesores y la Democracia por Alex Betancourt Serrano, PhD
Los profesores y la democracia
Hay una diferencia fundamental entre un mecanismo democrático y una actividad democrática. En mis clases suelo indicarle a mis estudiantes sobre esta diferencia con un ejemplo sencillo. Uno participa en un mecanismo democrático cuando ejerce libremente el voto en una elección, pero uno lleva a cabo una actividad democrática cuando determina junto a otros en igualdad las opciones por las cuales se va a votar. La diferencia es fundamental en tanto la primera situación refleja que se vive en un predeterminado marco institucional donde el individuo puede o no ejercer unos derechos individuales, mientras que en la segunda situación un cuerpo colectivo activamente determina las condiciones de posibilidad de la primera situación. En el primer ejemplo se actúa dentro del ámbito de la ley, en el segundo se vive políticamente en una democracia plena. Y es que la vida institucional, que la ley encuadra, es esencialmente pasiva mientras la vida política que la democracia implica es inmanentemente activa. Cada una de estas formas de actuar conlleva un ejercicio del poder distinto. Como diría el teórico político Sheldon Wolin, mientras el ámbito institucional es un ejercicio centrípeto del poder, la democracia es un ejercicio centrífugo de éste. Así pues, la concentración de la fuerza en la vida institucional-administrativa implica la absorción del poder que emana de los miembros de la comunidad. Es por ello que el claustro de la Universidad de Puerto Rico es un cuerpo anémico. Porque la administración universitaria ofrece mecanismos democráticos para los profesores, pero la Universidad de hoy no es actividad democrática. La actividad democrática entonces va más allá de la mera cuantificación electoral. La democracia es sustancialmente una práctica política que implica compartir el poder en búsqueda de una vida política asentada en la igualdad. En la Universidad, al igual que en el país, disfrutamos de algunos mecanismos democráticos (franquicias electorales, elecciones libres, procesos deliberativos). De lo que no disfrutamos es de una vida política plenamente democrática, pues ésta implica el ejercicio de una ciudadanía política donde la participación en el poder sea condición sine qua non del quehacer universitario. La actividad democrática (muchas veces contra los mecanismos) implosiona las estructuras jerárquicas de poder. Esta actividad constituye un compartir esencial de ese poder, que cualitativamente siempre tiene que tender hacia la igualdad. Esa participación del poder conlleva una renovación constante, pues la institucionalización y su tendencia centrípeta son parte integral de las sociedades modernas. Esta institucionalidad, cuya forma hegemónica es el liberalismo constitucional, se sostiene y legitima mediante el discurso de los derechos individuales y el accountability al poder central gubernamental. En tanto ejercicio del poder esta forma liberal es antagónica a la democracia y sus mecanismos constituyen obstáculos a ésta. La reciente declaración por una Universidad Democrática de Excelencia Académica apunta a dos de éstos obstáculos: la burocratización como forma organizativa y la centralización de las decisiones.
En la coyuntura actual, los estudiantes de la Universidad de Puerto Rico han decidido actuar, y por ello momentáneamente vivir democráticamente. La mayoría de los profesores los apoyamos (algunos marchamos) y más aún yo diría que los envidiamos. Y es que los profesores teorizamos sobre lo que los estudiantes practican. Esta situación implica que el empoderamiento democrático en la Universidad se da de forma pasajera: sólo cuando los estudiantes actúan políticamente y lo profesores, en una admisión tácita de debilidad, escribimos al respecto. Esto no significa que la libre expresión y su ejercicio sean irrelevantes o fútiles, sino que están inscritos en el ámbito legal-institucional que no requiere de la politización que conlleva la democracia. Es decir, que no requiere la transformación de las estructuras de poder universitario que son esencialmente oligárquicas y contra las que los estudiantes luchan. Entonces al claustro sólo nos queda, si queremos una Universidad democrática, comenzar a emular a los estudiantes.
4.5.10
Carta de Vivian Neptune
Tomado de www.rojogallito.blogspot.com Colectivo de Prensa Estudiantil
martes 4 de mayo de 2010
Decana Asociada de Derecho apoya a los estudiantes en huelga
Pedido Público
Nuevo Seminario
Walter Benjamin: ética y política de la violencia