De San Juan a Fajardo se ven
muchas cosas aunque, debo confesar,
que la ruta 66 no es tan pintoresca como la 3. De San Juan a Fajardo se ven muchas cosas. Pobreza. Muchas
cosas. Pobreza. Muchas cosas.
En Fajardo el paisaje es muy mono
porque es un paisaje con muchos contrastes. Contrastan los verdes, la opulencia y la pobreza. ¿Te diste cuenta lo pintoresco que es?
Mientras manejaba, con El
Conquistador como destino final, me pregunté si l@s que van para el hotel se
preguntan en algún momento sobre la justicia de los contrastes. Es decir, si puede ser justo que
mientras el hotel crece, imponente, como todo Conquistador, las casas de los
conquistados y de las conquistadas enclaven en una especie de pozo que, cuando
llueve, seguramente se inunda.
Me pregunté si, en nuestros
arreglos sociales y políticos, ya se normalizó el hecho de que mientras unos
disfrutan en una especie de otro país, los Otros, los -literalmente- de abajo
vivan en la pobreza.
El hotel les da trabajo dirán,
sin el hotel los índices de desempleo serían aún mayores, explicarán. Sí, seguramente el hotel se lucra de la
explotación de los trabajadores y las trabajadoras locales. Poco o nada sabrán de salarios
equitativos y seguramente ninguno de ellos o ninguna de ellas pueda pagar una
noche de hotel o un trago en la barra.
En cuba, los cubanos no pueden ir a los hoteles internacionales. En Puerto Rico los y las de abajo –de
nuevo literalmente- van a trabajar, los del medio vamos a las convenciones y un
puñado duermen en sábanas 1200 Thread Count Egyptian
Cotton para luego disfrutar un magnífico desayuno buffet.
No hay comentarios:
Publicar un comentario