La esperanza de la equidad
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Justo en el momento en que me disponía a escribir la nota de la editora, me llega la lamentable noticia de que Nidia Velázquez acaba de ser asesinada a tiros por su esposo. Casi de manera instantánea me quedé sin habla, sin encontrar la manera de apalabrar un agradecimiento a aquellos y a aquellas que colaboraron en esta edición especial de En Rojo que pudiera trascender el desgarro de una muerte más. Cuando Verónica Rivera Torres afirma que al asesinar a una nos asesinan a todas, no se equivoca. Nos han matado 15 veces en lo que va del año.
Es por eso que cuando Rafah Acevedo me sugirió la idea de este suplemento no lo dudé ni por un instante y me embarqué en él con pasión pero también con rabia e indignación. ¿Cuántas mujeres más tendrán que morir para que el Estado entienda que no se trata de una promesa de hombre sino, más bien, de garantizar la equidad que nos permita vivir en paz? Gracias Rafah por el apoyo incondicional durante esta gesta, gracias por la oportunidad y por estar siempre ahí dispuesto a escuchar.
También quiero agradecer a extraordinarias amigas y compañeras: Eva Prados Rodríguez, érika Fontánez Torres, Andrea Monroy Toro, Nahomi Galindo Malavé, Verónica Torres Rivera, Josean Laguarta y a todas aquéllas y todos aquéllos que, aún cuando no forman parte explícita en el Suplemento, están de forma implícita en este En Rojo porque atraviesan y permean mi formación y la de muchas y muchos otros que participaron de éste.
Uno de ellos es un escritor que por razones ajenas a nuestra voluntad no ha podido participar de este Suplemento. Gracias a Josué Montijo por sus comentarios, consejos y compresión. Seguimos aventurándonos en los márgenes –siempre más para el afuera– del pensar creativo, sin barreras, crítico, autocrítico, punzante, incómodo y provocador. Porque si hay algo que tenemos que derribar para acabar con la violencia son aquellos escollos que nacen de la incomodidad que nos provoca pensar.
Dos mujeres que admiro por su compromiso, trabajo, disposición y solidaridad: Josefina Pantoja Oquendo y Olga (Coqui) López Baéz, abogadas feministas comprometidas con el bienestar de las mujeres y la equidad de los géneros: ¡Gracias por enseñarnos que hay múltiples maneras de ejercer la abogacía y una de ellas es el compromiso con aquéllos y aquéllas que, de ordinario, no tienen acceso a la Justicia!
Finalmente quiero decirles que este En Rojo lleva consigo una esperanza. La esperanza de que, como sociedad, podamos construir arreglos institucionales equitativos y justos que propicien la convivencia en paz, que inviten a aceptar la diferencia y reconozcan que las identidades pueden ser múltiples, cambiantes, flotantes. Para ello es necesario que el Estado acepte que el cambio empieza por la educación y se instituya, de una vez por todas, la perspectiva de género en el currículo escolar. Mientras esto no suceda nos seguirán asesinando para darse cuenta luego que el fantasma que querían matar no estaba allí, el fantasma del machismo está impregnado en las instituciones de un Estado anquilosado que es urgente cambiar. Por eso, Tod@s contra la violencia machista. Gracias.
Mariana Iriarte/Editora Invitada
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