es una maldición que sonríe y llega cálida a pesar de que sonríe
desde Helsinski
una herida en alguna fibra que se hiela con el toque de tu lengua
recién saboreada por un helado de azafrán
la belleza
la puta belleza entendida como lo sublime y lo siniestro
desde alguna ciudad perdida de la pérdida
que jura y perjura que es posible perdonarle que es terrible
y que pretendo que me eleva sobre mi propia animalidad
pero me anima a ladrar que la belleza es capaz de tragarse lo que soy
transformada en una boca que acaba de probar el cardamomo
y proferir de manera amena un verso despiadado y de seda
que se encuentra en los libros sagrados de los antiguos habitantes
del valle del Indo
y definir la belleza es callarse de manera azul en el silencio
que es la lengua de los antiguos brahmanes
eso es entender la naturaleza quebrada de una imagen
que me sonríe desde otro vértigo imantado llamado lugar
sonriendo más alla de lo conceptual como si no lo fuera,
como si fuera algo para el sujeto y no, es algo libre,
recién saboreada por un helado de azafrán
la belleza
la puta belleza entendida como lo sublime y lo siniestro
desde alguna ciudad perdida de la pérdida
que jura y perjura que es posible perdonarle que es terrible
y que pretendo que me eleva sobre mi propia animalidad
pero me anima a ladrar que la belleza es capaz de tragarse lo que soy
transformada en una boca que acaba de probar el cardamomo
y proferir de manera amena un verso despiadado y de seda
que se encuentra en los libros sagrados de los antiguos habitantes
del valle del Indo
y definir la belleza es callarse de manera azul en el silencio
que es la lengua de los antiguos brahmanes
eso es entender la naturaleza quebrada de una imagen
que me sonríe desde otro vértigo imantado llamado lugar
sonriendo más alla de lo conceptual como si no lo fuera,
como si fuera algo para el sujeto y no, es algo libre,
como la palabra atman
o
lo que me dé la gana de morir y maldecir en un modo amplio,
con las coordenadas del tiempo y el despacio modo de viajar,
y hay algo escindido en el contemplar que rehuye la mirada, si acaso
considero que hay en esa imagen una mirada que no corresponde al sosiego,
como no corresponde a la paz este modo de querer el mundo distinto
en el que el amor sea un modo de producción justo que permita
que ellas se amen entre sí, que ellos se enamoren entre ellos y que tú
no me tengas que pedir perdón y yo no tenga que sentir que me desangro
con las coordenadas del tiempo y el despacio modo de viajar,
y hay algo escindido en el contemplar que rehuye la mirada, si acaso
considero que hay en esa imagen una mirada que no corresponde al sosiego,
como no corresponde a la paz este modo de querer el mundo distinto
en el que el amor sea un modo de producción justo que permita
que ellas se amen entre sí, que ellos se enamoren entre ellos y que tú
no me tengas que pedir perdón y yo no tenga que sentir que me desangro
mirando una imagen lejana en la que la belleza
según mi propia definición,
se deja retratar
según mi propia definición,
se deja retratar
lozana
*Poema inédito de Vicente López Cabral
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