Foto tomada de Internet |
El
sol resplandece y la brisa fresca se cuela por la ventana. El aroma a café de algún vecino cercano
me recuerda lo mucho que extraño esa experiencia mañanera; desde que el
mosquito me picó nada es igual; por cierto, ojo con el dengue que parece está desbocado, acá.
Sin embargo, un rápido halón me devuelve, pronta, a la realidad. El Nuevo Día puede ser un auténtico
cubo de agua fría cuando de despertar se trata. En el medio me llega la afirmación
positiva del día que lee como sigue [e]l Universo me provee todo lo necesario para un feliz viaje por
esta vida y me pregunto si la compañera de Luisito
Farinacci piensa lo mismo.
Después de doce años de
sometimiento, abuso y mal trato, aquí, esa afirmación positiva tendrá algún tipo de
sentido para ella o será, en cambio, un optimista cliché de aquellos y aquellas
que la vida ha tratado un poco mejor. ¿Podría, la afirmación positiva, haber evitado que
Luisito le escupiera la cara, la golpeara y la vejara hasta ella orinarse
encima? ¿Podrá el Universo devolverle doce años perdidos al lado de un abusador?
¿Podrá salvar a la miles de mujeres sumidas en ciclos de violencia que, como la
experiencia demuestra, podrían terminar en el asesinato tanto de ellas como de
sus hijos e hijas? acá. Disculpe usted si hoy no me levanté positiva pero la
violencia contra las mujeres necesita más que afirmaciones. Necesita arreglos institucionales
equitativos, necesita que se integre la perspectiva de género en los currículos
escolares, se necesita reconocer que las mujeres estamos atravesadas por
relaciones de poder desiguales perpetuadas por siglos de dominación patriarcal,
que no se trata de agarrar nuestras cosas e irnos.
Inmediatamente después de la
noticia sobre la orden de protección se anuncia que Fortuño va por la
reelección. Me imagino que
los desarrolladores, que
recibieron una gran ayuda esta semana, aquí, los beneficiarios de las Alianzas
Público-Privadas, los patronos anti-obreros que se beneficiarán de la “reforma
laboral”, acá, entre muchos otros, estarán rozagantes regodeándose en su propia
rechonchería. Mientras tanto los más de 30,000 desempleados siguen sin
alternativas reales, el sistema de educación pública se desmorona ante sus
ojos, el índice de criminalidad se dispara cual bengala, los narco-legisladores
se adueñan de la legislatura, los femicidios son el resultado directo del
machismo institucionalizado promovido por actitudes como las del Chuchín, la
separación entre Iglesia y Estado es inexistente, las comunidades siguen bajo
ataque directo, la Universidad se concibe como un gasto, el gasoducto no es un
gasoducto sino una vía verde y los trillizos bien gracias, apoyando a Meléndez
para presidente de la Juventud del PNP. ¿En serio Fortuño quiere la reelección?
A esto debemos sumar a Jennifer
González anunciando que Héctor Ferrer la maltrata, “Súper” Albita pregonando que le
dará una pela a Itzamar Peña porque ella –Albita- sí es feminista (¿en serio?)
y el Departamento de la Familia removiendo bruscamente a una de las hijas de Ana
Cacho del hogar sustituto.
Paralelamente Mariana luce radiante en Las Vegas, una vaguada amenaza
con inestabilizar el brillante sol y Alomar describe su divorcio, en medio de
incidentes de violencia doméstica, como un circo mediático, en definitiva la
culpa es de Maripily por denunciarlo. Así amanece el país hoy.
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