21.8.10

Entre el dengue y la reelección

Foto tomada de Internet


El sol resplandece y la brisa fresca se cuela por la ventana.  El aroma a café de algún vecino cercano me recuerda lo mucho que extraño esa experiencia mañanera; desde que el mosquito me picó nada es igual; por cierto, ojo con el dengue que parece está desbocado, acá.  Sin embargo, un rápido halón me devuelve, pronta, a la realidad.  El Nuevo Día puede ser un auténtico cubo de agua fría cuando de despertar se trata.  En el medio me llega la afirmación positiva del día que lee como sigue [e]l Universo me provee todo lo necesario para un feliz viaje por esta vida y me pregunto si la compañera de Luisito Farinacci piensa lo mismo.

Después de doce años de sometimiento, abuso y mal trato, aquí, esa afirmación positiva tendrá algún tipo de sentido para ella o será, en cambio, un optimista cliché de aquellos y aquellas que la vida ha tratado un poco mejor.   ¿Podría, la afirmación positiva, haber evitado que Luisito le escupiera la cara, la golpeara y la vejara hasta ella orinarse encima? ¿Podrá el Universo devolverle doce años perdidos al lado de un abusador? ¿Podrá salvar a la miles de mujeres sumidas en ciclos de violencia que, como la experiencia demuestra, podrían terminar en el asesinato tanto de ellas como de sus hijos e hijas? acá. Disculpe usted si hoy no me levanté positiva pero la violencia contra las mujeres necesita más que afirmaciones.  Necesita arreglos institucionales equitativos, necesita que se integre la perspectiva de género en los currículos escolares, se necesita reconocer que las mujeres estamos atravesadas por relaciones de poder desiguales perpetuadas por siglos de dominación patriarcal, que no se trata de agarrar nuestras cosas e irnos.  

Inmediatamente después de la noticia sobre la orden de protección se anuncia que Fortuño va por la reelección.  Me imagino que los  desarrolladores, que recibieron una gran ayuda esta semana, aquí, los beneficiarios de las Alianzas Público-Privadas, los patronos anti-obreros que se beneficiarán de la “reforma laboral”, acá, entre muchos otros, estarán rozagantes regodeándose en su propia rechonchería. Mientras tanto los más de 30,000 desempleados siguen sin alternativas reales, el sistema de educación pública se desmorona ante sus ojos, el índice de criminalidad se dispara cual bengala, los narco-legisladores se adueñan de la legislatura, los femicidios son el resultado directo del machismo institucionalizado promovido por actitudes como las del Chuchín, la separación entre Iglesia y Estado es inexistente, las comunidades siguen bajo ataque directo, la Universidad se concibe como un gasto, el gasoducto no es un gasoducto sino una vía verde y los trillizos bien gracias, apoyando a Meléndez para presidente de la Juventud del PNP. ¿En serio Fortuño quiere la reelección?

A esto debemos sumar a Jennifer González anunciando que Héctor Ferrer la maltrata, “Súper” Albita pregonando que le dará una pela a Itzamar Peña porque ella –Albita- sí es feminista (¿en serio?) y el Departamento de la Familia removiendo bruscamente a una de las hijas de Ana Cacho del hogar sustituto.  Paralelamente Mariana luce radiante en Las Vegas, una vaguada amenaza con inestabilizar el brillante sol y Alomar describe su divorcio, en medio de incidentes de violencia doméstica, como un circo mediático, en definitiva la culpa es de Maripily por denunciarlo. Así amanece el país hoy. 

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