14.3.10

Hagámoslo por la Universidad

¡Alerta, pendiente la iupi no se vende! Repetíamos a coro lxs estudiantes en el piquete del jueves. Y sí, todxs deberíamos estar alertas y pendientes porque lo hoy se reconoce como la institución educativa más prestigiosa del país mañana se puede convertir en un mercado de pulgas de títulos y diplomas.
Poco a poco se adentran en nuestra cotidianidad las imposiciones del mercado. Estas imposiciones son tan retorcidas que llegamos a pensar que es normal que emporios corporativos como Burguer King y el Banco Popular dominen los espacios bajo el pretexto de hacernos la vida más fácil. Aunque actualmente el modelo cooperativo está empezando a revivir, será cuesta arriba cambiar el modelo corporativo que domina la Universidad por modelos económicos solidarios y sostenibles. Sin dudad requieren mucha voluntad política del estudiantado en conjunto con los demás sectores que integran la comunidad universitaria.
Sobre el recorte del presupuesto universitario se ha dicho mucho y dejo por acá un audio donde el gobernador propone emular a las universidades estatales de Estados Unidos; éstas han atacado la crisis fiscal con un alza proporcional en el costo de la matrícula. Ahora bien, esto presupone que la Universidad del Estado se conduce bajo la racional del mercado. Es una realidad que si dejamos que la producción de conocimiento se dé bajo las mismas racionales el primer centro docente del país pasará a ser un come y vete de carreras mercadeables. La comunidad universitaria debe entender que no sólo están en juego las exenciones de matrícula, los cursos de verano y los beneficios del plan médico. No hay duda que peligra la misión socializadora y liberadora de la Universidad, su rol como agente de cambio social y su compromiso no sólo con lxs estudiantes sino con el resto del país.
La necesidad de los recortes responden al esquema perverso de Fortuño. Esquema que está destinado a desmantelar las principales instituciones del país en busca de desorganizar y desarticular las estructuras que abogan por aquellxs que menos tienen o que se ofrecen como herramienta de movilidad social. No es coincidencia que el Colegio de Abogados haya sido un primer blanco, seguido por las comunidades y ahora la Universidad. Este intento orquestado no busca otra cosa que nuevos arreglos institucionales basados en el individualismo y regidos por las leyes del mercardo; modelos que oprimen, marginalizan e invisibilizan la mayor parte de nuestra sociedad y pone la maquinaria estatal a correr a favor del capital financiero y corporativo.
Así no sólo se da al traste con los modelos solidarios como el Caño Martín Peña sino también se desmantelan aquellas instituciones que hacen viable su existencia a través de su apoyo y asesoramiento. La Universidad no es ni puede ser un reducto enajenante donde la formación de lxs estudiantes se dé en la abstracción de un salón de clases sino que tiene que responder al pueblo de Puerto Rico que la mantiene y la financia; esto Fortuño lo sabe y por eso mediante sus políticas sádicas está asfixiando a un pueblo que día a día resiste y da la batalla. La Universidad no es un asunto de suma y resta, que lo entienda el gobernador y la marioneta presidencial.
En este sentido, y como la Universidad no sólo está compuesta por estudiantes, la comunidad universitaria debe crear un frente amplio de lucha destinado a resistir las políticas de la administración. Un frente en el cual todos los sectores tengan espacio y donde la deliberación, el respeto y la transparencia sean los principios guías. Así deben dejarse de lado, entre muchas otras cosas, los protagonismos y personalismos como también la creencia en que cada cual es la vanguardia universitaria. Sin unión no hay logros, por lo menos a largo plazo, y hoy por hoy la Universidad necesita una comunidad organizada con un norte común y dispuesta a dejar los males liberales de lado para poder construir un proyecto solidario de educación verdaderamente autónoma, pública y gratuita.
* Imagen tomada de Internet

No hay comentarios:

Publicar un comentario