Ayer, 8 de marzo, las mujeres del país marchamos desde la estación Sagrado Corazón por la milla de oro hasta llegar al
Departamento del Trabajo. La manifestación fue cubierta por varios medios del país, acá. Parte de la movilización fue hacer paradas en puntos simbólicamente claves. La primera parada fue en el Puente Martín Peña y el mensaje estuvo a cargo de la profesora y amiga Érika Fontánez Torres; Érika nos recordó el embate que han sufrido las comunidades durante esta administración y como las políticas neoliberales de Fortuño y su claque han estado dirigidas a desmantelar instituciones
como el Colegio de Abogados (y Abogadas). También recordó y conmemoró la importante labor de la profesora Myrta Morales Cruz quien ha sido víctima de discrimen por género en la Escuela de Derecho y que aún luego de no habérsele aprobado su permanencia siguió laborando en pos de las comunidades de escasos recursos económicos tan marginadas e invisibilizadas por esta administración inhumana e insensible. Las líderes comunitarias del Caño, mujeres valientes y luchadoras que han sabido defender su comunidad y enfrentarse a una estructura diseñada para echarlas a un lado también estuvieron con nosotras, Margot en representación de todas esas mujeres del Caño nos exhortó a seguir adelante y no claudicar en esta lucha.
En el Banco Popular Sandra Correa, una de las compañeras que se encadenó frente al banco en octubre, acá, nos recordó que el capital financiero ha sido el responsable del estado actual de las cosas y nos invitó a no olvidar la participación de Richard Carrión, cabeza del Consejo Asesor de Luis Fortuño, acá, en el JEREF. Carrión fue uno de los que recomendó los despidos gubernamentales que han afectado a las mujeres trabajadoras muchas de ellas cabezas de familia. Recordó también que Carrión ha obtenido jugosos contratos en el AEE, por ejemplo.
Así seguimos nuestra ruta al ritmo de la bomba del t
aller Tambuyé, la batucada de la Escuela de Derecho, la maestra de la Federación de Maestros de Papel Machete y todas las compañeras y compañeros solidarios que se unieron a la manifestación. En el camino entregamos declaraciones y conversamos con las personas que salían de su centro de trabajo y nos miraban atónitas. La idea era precisamente esa, interrumpir y desviar el tránsito para hacernos visibles y se escucharan nuestros reclamos.
Finalmente llegamos al Departamento del Trabajo donde la compañera Ruthie Arroyo denunció al secretario del trabajo y propuso cambiarle el título a Secretario del Desempleo. Miguel Romero nada ha hecho para proteger a los trabajadores y trabajadoras de la embestida de la infame Ley 7, su inacción y alianza con el sector patronal ha dejado desprovistas a miles de mujeres impactadas por la ley. Dejo el mensaje por aquí. La compañera Sara también nos ofreció un mensaje que tan pronto esté disponible lo compartiré en una entrada.
El Balance ha sido positivo y esperanzador. Estamos satisfechas con la movilización aunque esperamos que cada año se sumen más y más compañeras y compañeros solidarios. Todos y todas somos testigos de que la lucha no está dentro de las instituciones, poco se puede hacer en las instituciones de un gobierno atropellador, insensible e inhumano. ¿Qué confianza podemos tener las mujeres en una procuradora que afirma que la mujer sabia edifica su casa, acá, violentando toda separación entre Iglesia y Estado? ¿Qué confianza podemos tener en unas estructuras que encarcelan a las mujeres pobres para luego dejarlas morir en la cárcel? Aquí. Por eso las mujeres del país sabemos que la lucha está en la calle y que como dice la consigna, el que no crea que haga la prueba NO NOS PARARÁN!!!
*Fotos de Verónica RT en Mujeres en Puerto Rico
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