Esta columna fue publicada en El Nuevo Día hoy, página 64.
Violencia Universitaria
Cuando el poder del Estado se convierte en violencia el único camino posible es la resistencia. En este sentido, ante el interrogante lucha o resignación es claro que a los estudiantes de la Universidad de Puerto Rico les sobran las razones para luchar.
A los reclamos manifestados en la asamblea general de estudiantes el pasado miércoles se les deben sumar la amenaza del uso de la violencia por parte de los administradores de los aparatos coercitivos del Estado; la insistencia de rectoría en mantener abiertos los portones; la supuesta disposición al diálogo del presidente quien, dicho de paso, dejó esperando a la comunidad universitaria en el aula magna de la Escuela de Derecho, entre otros. Lo anterior es parte de los actos simbólicos que el Estado ha ejecutado en los últimos días y que ameritan que el estudiantado riopedrense resista.
Dentro del recinto el escenario es complejo. La presencia inmediata de la guardia universitaria en las manifestaciones artísticas del estudiantado, la reacción instantánea ante demostraciones políticas mediante el ejercicio desmedido e injustificado de la violencia, la toma de vídeos y fotos a los manifestantes y las manifestantes con celulares privados, son parte del performance que pretende representar la administración. Así, mientras nos devoran los discursos en nombre de la democracia y la libertad, la iupi se convierte en el escenario de la represión -a veces solapada, a veces evidente- las amenazas y la censura.
Es indispensable precisar que la violencia del Estado no está dirigida hacia un grupo minoritario que busca desestabilizar. La violencia del Estado apunta hacia la comunidad universitaria que no sólo busca defender el derecho individual a la educación, sino el derecho colectivo de un pueblo al acceso a la educación superior pública de excelencia y asequible. Los recortes en las exenciones de matrícula, por ejemplo, no son una mera salida al déficit presupuestario sino que más bien atentan contra la inclusión en el proyecto universitario de sectores específicos; sectores que de ordinario no accederían a la universidad si no fuera porque su talento o sus méritos los hacen merecedores dichas exenciones.
Por lo anterior es necesario que el pueblo de Puerto Rico ponga en perspectiva la situación de la Universidad, reclame que los procesos de toma de decisiones sean participativos y transparentes, visualice el acceso a la educación universitaria como un problema de igualdad de oportunidades y, sobre todo, exija que los conflictos y controversias se resuelvan democrática y pacíficamente.
Gracias, tal vez curiosamente el enlace electronico de END con este ofrecimiento brilla por su ausencia jumm,... te adelanto que al igual que otros compa (de hecho de ese modo lo conzoco) le estoy dando pa' lante... ahh, unas palabras que he compartido: cada tiempo tiene sus circunstancias y aunque muchas de las cosas de hoy son prolongaciones (o deformaciones) de procesos anteriores, lo cierto es que el presente tiene sus propios acertijos y retos, igual le toca a estos jovenes estudiantes encarar sus tareas, creo, propongo, que muchos escuchan y estudian los procesos por eso y a eso es que queria llegar, me luce que antes de cuestionar sus movidas tacticas debo, basado en la afinidad de propositos, apoyarlos por sus reclamos y propuestas, es una sugerencia..
ResponderEliminarSí, parece ser que con el cambio de plataforma quitaron a "Voces" de la edición electrónica.
ResponderEliminarPueden pasarla todas las veces que entiendan necesario. Gracias por las sugerencias y el apoyo!!!