Sobre las elecciones

Las elecciones para representar a los y las estudiantes han comenzado. Similar al proceso eleccionario nacional, a veces inmaduro a veces vacío, los ataques personales y bochinches de pasillo están a la orden del día. No, me mal entiendan, no... No es que no se debata, se debe debatir pero para ello es indispensable la sinceridad y la honestidad. Lo otro es parte de la falta de cultura política que busca aniquilar al otro con argumentos ad hominem y no con propuestas ni razones.

Las críticas y razones personales no son otra cosa que la materialización de la soberbia y el desprecio a la postura que no es la propia. Me pregunto, a esta altura, cuán bien se puede representar a un colectivo heterogéneo cuando nos ubicamos en un pedestal y afirmamos que las razones de los otros son razones de índole personal. Quizá quienes se visualizan como la vanguardia en ocasiones se comportan como la derecha reaccionaria.

Es tiempo ya que empecemos a construir otro proyecto, para ello es necesario no sólo apalabrar discursos progresistas de justicia social sino más bien se debe dar una práctica democrática y solidaria. Una práctica política que reconozca al otro y su capacidad de elaborar proyectos y alternativas tan legítimas como las propias y que si se debate se debata con argumentos, razones y fundamentos no con ataques personales que se vuelven bochinches de pasillos.

En este sentido los y las exhorto a participar del proceso eleccionario de nuestro Consejo de Estudiantes visualizándolo como una estructura que debe representar los intereses de todos y todas y no de un grupo particular. Para ello es necesario estar abiertos y abiertas a reconocer al otro en su diferencia y complejidad, bajarse del pedestal y aceptar que todos y todas tenemos cosas importantes para decir y aportar.